Oficialistas y opositores contra las tragamonedas
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Diputados oficialistas y opositores están trabajando en forma separada en proyectos que prohíben las máquinas tragamonedas en locales que no pertenezcan a Casinos. El Poder Ejecutivo también anunció que elevará un texto para regularizar las actividad de los slots.
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El diputado nacionalista Jorge Gandini (Alianza Nacional) presentó ayer al resto de los representantes un proyecto de ley que prohíbe la explotación de máquinas tragamonedas en locales que no sean salas de juego de la Dirección de Casinos o no estén relacionadas con el Estado.
El proyecto presentado es el mismo que elevó el Poder Ejecutivo la legislatura pasada y que fuera archivado ante la negativa del Parlamento.
Gandini señaló: “Todo el sistema político está de acuerdo en que esta es una actividad que produce daño y que hay que combatirla. Hoy es una actividad ilegal, pero penada por faltas”.
El diputado destacó que, a diferencia del proyecto del Poder Ejecutivo, el suyo propone prohibir esta actividad.
“Queremos que se sancione penalmente tanto al capitalista propietario como a los proveedores de este tipo de juegos”, dijo Gandini.
Como lo informó Ultimas Noticias, el director de Casinos del Estado, Javier Cha, dijo que antes de fin de año el proyecto de ley para reglamentar la actividad ingresará al Parlamento.
Para el diputado del Partido Nacional la prohibición es más viable que la regulación porque “es de suponer que la gente que tiene estas máquinas y las trabaja ilegalmente las va a tener que sacar, ya que la sanción es muy severa. Si está regulado debe estar controlado con un cuerpo inspectivo que hoy el país no tiene”, dijo.
En Uruguay existen cerca de 20.000 máquinas tragamonedas distribuidas “en los lugares más humildes de las ciudades, donde la gente juega sin control alguno”, dijo Gandini.
El integrante del Partido Nacional explicó que se trata de las máquinas ubicadas en bares, panaderías, almacenes y quioscos.
“Si se regularizara esta actividad, sería un privado que no conocemos el que manipula estos equipos y la forma en que se juega. Se habla de que el juego de esta naturaleza mueve unos 70 millones de dólares por año, el régimen de explotación consiste en que los dueños dejan una cantidad de unidades y el propietario del comercio se queda con la mitad de lo que se juega”, explicó. Gandini señaló que por día se juegan entre $500 y $1000 por máquina.
“Este juego que genera adicción tiene que estar controlado”, subrayó.
El diputado de Frente Amplio, Walter de León (Espacio 609), presentará formalmente el lunes un proyecto, que a diferencia del de Gandini, como penas prevé multas y trabajos comunitarios. El texto del diputado del Frente Amplio por San José también propone la eliminación completa de las máquinas.
De León coincide con Gandini en que el problema es “grave” porque “acceden a estas máquinas menores de edad y gente pobre”.
En el artículo segundo del proyecto del representante de Alianza Nacional se establece que la pena en caso de incumplimiento será de doce meses de prisión a tres años de penitenciaría.
El artículo tercero dice que “en el caso de que se configurare el delito serán decomisados todos los bienes, productos o instrumentos utilizados (…) El dinero decomisado será destinado, por partes iguales, a proventos del Poder Judicial, del Inau y del Ministerio de Interior”.
PADRES PREOCUPADOS
Héctor Silvera, integrante de la Asociación de Padres en Contra de las Malas Costumbres, dijo a Ultimas Noticias que Presidencia de la República les comunicó que el gobierno procura “sacar lo mejor para la sociedad”.
La asesora de José Mujica, Blanca Scala, les aseguró al grupo de padres que se “quedaran tranquilos”. El grupo mantuvo una reunión con el ministro de Economía, Fernando Lorenzo, el 23 de julio, quien dijo que lo mejor sería la regularización.
Silvera afirmó que la Asociación quiere la prohibición absoluta y subrayó que acompañarán el proyecto del diputado del Frente Amplio, Walter de León.
Fuente: Últimas noticias
